1/3/10
19.10
en su casa, en su cuarto
de repente, sin más, me pregunta:-¿y Ch?
-en su casa (contesto con sorpresa)
-¿va a venir?
-¿tú quieres que venga?
-sí (rotundo)
-pues hablaré con él para que venga...¿sabes? me dió un cochecito para tí, lo tengo en casa (noto la alegría en su cara)
-¿cómo está Ch?
-pues está un poco triste (no pienso lo que digo)
-¿por qué? ¿qué le pasa?
-... (me lo pienso antes de contestar) su hermano murió hace poco
-¿cuándo? (se pone serio)
-poco después de reyes...
Se queda pensando, no dice nada, se mueve de su silla, se dirige a nosotras y nos dice:
-voy a escribirle un mensaje, necesito intimidad, es privado.
Mi madre y yo, boquiabiertas, nos vamos a la cocina mientras que aun flipamos con su reacción... ¡si apenas tiene 7 años! A los pocos minutos nos llama y lo encontramos doblando un folio ya escrito, en el que se intuyen pocas palabras, pero que no alcanzamos a ver, y menos aun cuando introduce la cuartilla en otro folio doblado y comienza a sellarlo con trozos de papel celo, evitando así la mirada ajena en sus asuntos privados.
-Toma tata, dáselo a Ch.
Antes de irme, me pide tu dirección postal, no sé si se le pasará ni que ideas tiene al respecto... pero yo se la dejé escrita en su bloc de notas.
Y por supuesto, llevo conmigo un mensaje sellado con mucho papel celo que es para ti y nadie más.
